Recientemente, en los mercados financieros estadounidenses se ha producido un cambio de datos que ha captado la atención: los rendimientos de los bonos a 3, 5 y 7 años han caído por debajo del 4%. Este fenómeno refleja una reajuste en las expectativas del mercado sobre el panorama económico, y también podría anticipar posibles cambios en la política monetaria. A medida que aumenta la incertidumbre sobre el crecimiento global, la demanda de activos seguros por parte de los inversores ha subido, impulsando la tendencia a la baja de los rendimientos de la deuda estadounidense. Según los datos específicos, los rendimientos de estos bonos a corto y medio plazo han caído a 3.98%, 3.96% y 3.94% respectivamente, marcando nuevos mínimos recientes. Este movimiento no solo tiene un impacto importante en la economía doméstica de EE.UU., sino que también genera efectos de onda en los mercados financieros globales, lo cual merece una atención cuidadosa.