En una serie de eventos de seguridad informática recientes, las instalaciones olímpicas de París para el 2024 y decenas de tiendas de museos en Francia se convirtieron en objetivos de un grupo de hackers. Se informa que los hackers usaron sistemas de procesamiento de datos de alrededor de 40 lugares turísticos para infiltrarse y recolectar grandes cantidades de datos financieros sensibles. Los sitios afectados incluyen el famoso Museo del Palacio Grande, cuyas operaciones diarias y actividades financieras se vieron seriamente afectadas. Contra esta amenaza, el grupo de hackers declaró que solo recibirán dinero en criptomonedas como pago por rescate a menos que las instituciones relacionadas cumplan con sus exigencias, de lo contrario, publicarán o destruirán la información obtenida, causando pérdidas económicas más amplias y efectos sociales. La policía francesa respondió rápidamente, formando una división especial contra delitos cibernéticos (BL2C) para investigar. Actualmente, la investigación está en curso, con el objetivo de rastrear las acciones de los hackers y tomar medidas necesarias para proteger la seguridad de las instituciones afectadas. Al mismo tiempo, los expertos advierten a la población para aumentar la vigilancia y fortalecer las medidas de protección cibernética para prevenir futuros incidentes similares. Esta situación resalta de nuevo la gravedad de los ataques de ciberseguridad globales y su amenaza potencial a las infraestructuras críticas.