El gobernador del BCEF recientemente declaró que la política monetaria de Filipinas está pasando gradualmente a una dirección más suave. Este cambio tiene como objetivo abordar problemas de inflación y, cuando sea posible, es decir, cuando la inflación esté debidamente controlada, el BCEF relajará la política. Esta medida se toma con el objetivo de evitar pérdidas de producción a largo plazo debido a altas tasas de interés y asegurar un crecimiento económico estable.