El 20 de agosto, Jesse Pollak, responsable del protocolo Base, publicó un comunicado en la plataforma social X, enfatizando que los Basenames pertenecen a todos los usuarios. Para evitar el problema de que los robots compren en masa, decidió implementar una innovadora medida: durante las próximas 36 horas, se llevará a cabo una distribución mediante una subasta holandesa en toda la cadena. Este método tiene como objetivo garantizar que cada usuario tenga la oportunidad de obtener Basenames de manera justa, evitando los fenómenos de competencia desleal que podrían haber existido antes, y refleja el respeto y la protección de los derechos de los miembros de la comunidad.