El fundador y director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, ha reconocido recientemente que el gobierno de Biden en 2021 presionó a su equipo para que revisara el contenido relacionado con el COVID-19 en la plataforma, especialmente aquel que contenía elementos de humor o ironía. Frente a múltiples presiones del equipo de la Casa Blanca, el equipo de Meta finalmente insistió en su propio criterio y decidió que la eliminación de contenido sería responsabilidad exclusiva de ellos. Zuckerberg señaló que, aunque enfrentaron presión del gobierno, Meta siempre se mantuvo firme en no ceder sus estándares de contenido debido a cualquier intervención gubernamental. Además, Zuckerberg mencionó que, justo antes de las elecciones de 2020, el FBI les advirtió sobre la posibilidad de una actividad de información falsa rusa relacionada con la familia Biden y Burisma. Cuando The New York Post publicó una historia acusando a la familia Biden de corrupción en el otoño de ese año, Meta envió la historia a los verificadores de hechos y redujo su propagación mientras esperaban el resultado de la verificación. Sin embargo, posteriormente se confirmó que esta historia no era parte de la actividad de información falsa rusa. Zuckerberg reflexionó que si hubieran aprendido de esta experiencia, Meta no debería haber reducido la propagación de la historia. Para evitar que algo así ocurra nuevamente, Meta ha ajustado sus políticas y procesos. Estas revelaciones ilustran las consideraciones complejas que enfrentan las empresas tecnológicas al manejar la presión gubernamental y mantener la libertad de contenido, al tiempo que reflejan el papel y la responsabilidad de las plataformas de redes sociales en la difusión de información.