Se informó que el juez federal estadounidense del distrito de Manhattan, Alvin Hellerstein, tomó esta decisión la noche del jueves. Los inversores afirmaron que Musk usó canales como publicaciones en Twitter y actuaciones televisivas para controlar la billetera de Dogecoin, lo cual resultó en pérdidas millonarias para los inversores. Además, señalaron que Musk describió Dogecoin en sus tuits como la moneda del futuro de la Tierra e incluso profetizó que se usaría para comprar autos de Tesla o enviarlos al espacio, lo que infló los precios y dejó a los inversores expuestos a riesgos. Sin embargo, Hellerstein consideró que estos tuits idealizaban y exageraban, por lo que no se consideraron hechos y no eran fáciles de probar, por lo tanto, no podían servir como base para una demanda de fraude de valores. El juez rechazó el caso por motivos de parcialidad, lo que significa que el caso no puede ser presentado nuevamente. Inicialmente, los inversores buscaban una compensación de hasta 2580 mil millones de dólares y modificaron la demanda varias veces durante dos años. Los abogados de Musk defendieron que sus tuits eran "inofensivos y frecuentemente estúpidos", y no constituían un problema, enfatizando la falta de evidencia de que Musk o Tesla hubieran participado en transacciones sospechosas o vendido Dogecoin.