La Corte Europea recientemente emitió una importante sentencia que impuso castigos a las gigantes tecnológicas Apple y Google por problemas relacionados con los impuestos y la competencia desleal en Europa. Apple fue requerido a pagar a Irlanda hasta 130 mil millones de euros en impuestos, basado en la afirmación de la Comisión Europea de que los descuentos tributarios eran inapropiados. Al mismo tiempo, la Corte Europea mantuvo la multa de 2.400 millones de euros contra Google, argumentando que la compañía abusó de su posición dominante en el mercado, perjudicando a sus competidores, específicamente al promover su propio servicio de 'Google Shopping'. Estas sentencias destacan la determinación de los reguladores europeos para combatir las prácticas desiguales de las empresas multinacionales y garantizar un entorno de comercio justo.