En un evento político altamente esperado, la candidata demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos, Kamala Harris, y el candidato del Partido Republicano, Donald Trump, se enfrentaron en un debate agitado el martes por la noche. No solo demostró el intercambio de puntos de vista de los dos candidatos, sino que también atrajo una amplia atención social. Según CoinTelegraph, el debate fue retransmitido por ocho principales estaciones de televisión y logró atraer un total de 57.7 millones de espectadores estadounidenses, un número que supera claramente el récord de 51.3 millones de espectadores de televisión establecido por la confrontación de Biden con su oponente en junio. En retrospectiva, el primer debate entre Trump y Hillary Clinton en 2016 alcanzó su pico de audiencia histórico, con un total de 84 millones de espectadores.